lunes, 18 de junio de 2012


Sueño con tu nombre, tu inicial en mi mano llevo grabada

Te he visto en sueños esperarme y mi corazón aún latiendo.

Quizás en el camino nos hemos cruzado pero aún no te he encontrado.

El tiempo que no perdona y yo caminando hacia la luna que hoy oscurece al no ver aún tu rostro.

He visto mis manos he imaginado que eres tu quien ha tatuado su inicial en mí.

Manos  que hoy escriben tu hombre en un vago poema quizás sin rima quizás pero no sabes cuánto te extraño

Aunque me esconda te extraño, aunque me refugie en el silencio tu nombre vivo gritando.

Te lloro como si hubieses muerto, te necesito es cierto.

No se vivir sin ti y tengo miedo hacerlo.

Pensando en el tiempo que estamos lejos, no sé como sentir.

Lloro como un niño perdido, que el tiempo ha dejado en el olvido.

Incontrolable momento de este suceso que no tiene descuentos

Algunas ilusiones pérdidas, caminante en la lluvia con abrojos en las manos.

Mutilado mi corazón por el momento triste de tu abandono.

Así la fiebre me abrace y tome mi pensamiento como suyo no dejo de sentir.

Un solo tormento a mi corazón  azota como un vendaval que arrasa con todo a su paso.

 Sir Percival  1584.

A ti
Que  me has hecho soñar una vez más, pintar el cielo con mis manos
Mirar las estrellas aún  en días nublados.

Soñar con la luna cuando el sol aun no se ha ocultado.

Caminar a la orilla del mar, tomando de tu mano.

Esto pasa en los momentos que  imaginamos.

Tú que cambias mi forma de pensar y de sentir.

Cómplice de  mágicas noches y de interminables  historias.

Ayer diurna, hoy, solo nocturna, por saber más de mi sueños vives en desvelo.

Y aunque nos faltase la noche la inventamos  con el cantar del amanecer.

Las golondrinas han  vuelto aun siendo invierno, adornan tu balcón, mis sueños.

Encantado el poeta con la artista, que noche a noche en su vida se funde.

Aunque el poema confunde, la razón y mi corazón lo difunden.

El tintero escribe  marcas de  gloria de una amistad que hoy  se funden como arena y cal.
Frase escrita ya en algún poema pero no de amistad.

Orgullosa como el sol, vanidosa como la Luna, así dominas como diosa en las alturas.

Silencio, el tiempo aclama, la hora avanza, amenazante como todo los días después de las nueve mi alma solo se transporta  ahí donde tu habitas.

Entre estrellas, galaxias y solo con  tu voz me cautivas.

Se me parte el alma con cada despedida, pero sé que al caer la noche volverá tu dulce melodía.


                               Sir Percival 1584